El error de Otelo
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Concepto
El error de Otelo toma su nombre de la tragedia de Shakespeare del mismo nombre. Da origen a errores de incredulidad, en lo que se incurre cuando se pasa por alto que una persona que está diciendo la verdad puede presentar el aspecto de una persona que miente si está sometida a tensión.
El evaluador puede confundir esta situación con una situación de engaño o simulación, no dando credibilidad al testimonio. Los sentimientos o emociones que pueden ser provocados por una mentira pueden presentarse en una persona que dice la verdad. Es decir, los indicadores fisiológicos latentes en una situación de engaño podrían percibirse en alguien que tiene temor de que no se le crea.
También, podrían estar presentes en personas que acarrean un sentimiento de culpabilidad no resulto originado por una situación distinta y para nada relacionada con el tema por el que se está interrogando o evaluando al individuo. Hay sujetos con grandes sentimientos de culpa sin resolver acerca de otras cuestiones, que salen a la superficie toda vez que alguien sospecha que cometieron una falta; y estos sentimientos de culpa puede confundirse con los que siente el mentiroso por el engaño en que está incurriendo.
Se ha llamado a esto “el error de Otelo” porque la escena de la muerte de Desdémona, en la obra de Shakespeare, es un ejemplo excelente y célebre. Otelo acaba de acusarla de amar a Casio y le pide que confiese su amor, y le dice que de todas maneras va a matarla por serle infiel. Desdémona le pide que lo haga venir para dar testimonio de su inocencia, pero Otelo le miente que ya lo hizo matar por Yago, su honrado servidor, Desdémona comprende que no podrá probar su inocencia y que Otelo la matará sin remedio mienta o diga la verdad, porque no la creerá:
• Desdémona: ¡Ay, le han traicionado y estoy perdida! • Otelo: ¡Fuera de aquí, ramera! ¡Le lloras en mi cara! • Desdémona: ¡Oh, desterradme, mi señor, pero no me matéis! • Otelo: ¡Abajo, ramera!
Otelo interpreta el temor y la angustia de Desdémona como reacción ante la noticia de la presunta muerte de su amante, y cree corroborada así su infidelidad. No se da cuenta de que aunque Desdémona fuese inocente padecería esas mismas emociones: angustia y desesperación por el hecho de que su marido no le crea y por haber perdido la esperanza de probar su inocencia con la muerte de Casio, y a la vez temor de que Otelo la mate. Desdémona lloraba por su vida, su difícil situación, la desconfianza de su esposo, no por la muerte de su supuesto amante.
El error de Otelo es en sí mismo un ejemplo de cómo los prejuicios pueden llevarnos a error.
Otelo al prejuzgar que Desdémona le es infiel, omite, pasa por alto cualquier otra posible explicación de su comportamiento, no toma en cuenta de que las emociones de Desdémona no prueban nada ni en un sentido ni en el otro. Quiere confirmar su creencia, no ponerla a prueba.
A Otelo le tortura su creencia de que Desdémona le miente, pero no por ello se inclina a pensar en dirección opuesta, no por ello procura reivindicarla. Interpreta la conducta de Desdémona de un modo que confirma lo que él menos desea. Es cierto, podemos llegar a interpretar las emociones mediante un gesto o una expresión facial, pero no podemos conocer el pensamiento que esta detonando la emoción.
El Dr. Paul Ekman describe esta realidad describiéndolo como el “error de Otelo”:
“El pensó que el temor que mostraba su esposa (Desdémona), era el temor de una mujer sorprendida en una infidelidad. Pero en realidad, era una mujer con temor de su celoso marido. Otelo acababa de matar a quien creía era el amante de su esposa” Ekman.
Investigación
Bembibre, J. y Higueras, L. (2010). A vueltas con el error de Otelo: aplicación del modelo de fuentes a la credibilidad del testimonio y su afectación por la carga emocional. Psicothema, 22, 1, 125-130.
Resumen del artículo “A vueltas con el error de Otelo: aplicación del modelo de control de fuentes a la credibilidad del testimonio y su afectación por la carga emocional”, escrito por Judit Bembibre Serrano y Lorenzo Higueras Cortés de la Universidad de Granada.
En el artículo se describen dos experimentos, realizados con una muestra de 240 sujetos igualados en sexo y entrevistados por 8 psicólogos y 10 policías, que han intentado comprobar si las categorías del modelo de control de fuentes ayudan a diferenciar el testimonio verdadero del falso. En el primer experimento la mentira pretendía exculpar a un delincuente (un violador) y en el segundo intentaba inculpar a un inocente, condición no descrita en la literatura acerca de la aplicación del modelo. En ambos se estima el estado emocional de los entrevistados a través del “Profile of Moods States” (POMS). Los resultados apuntarían a que el modelo es más eficaz cuando los sujetos con instrucciones de mentir están sometidos a una mayor carga emocional, es decir, cuando la mentira inculpa falsamente de hechos delictivos. Se discute la importancia forense de estos resultados. En la actualidad se mantienen tres enfoques en la evaluación de la credibilidad del testimonio: el fisiológico, el comportamental y el centrado en el contenido del mismo. Los correlatos fisiológicos o comportamentales asociados con la mentira pueden, formar parte del repertorio sistemático de conductas de diversas personas, incluso de todas las personas sinceras que sospechen que no van a ser creídas. La interpretación de ese temor como miedo a ser descubierto constituye el «error de Otelo», quien considera culpable a Desdémona cuando llora al comprender que no puede demostrar su inocencia (Ekman, 1992). Este error supone un importante sesgo en la evaluación de la credibilidad. De hecho, todos los indicadores comportamentales no verbales que se pueden esperar de quien miente sólo aparecen si éste presenta una carga emocional o cognitiva (Ekman, 1992; Vrij, 2000; Vrij, Edward y Bull, 2001). Si se puede afirmar que no existen respuestas prototípicas de la mentira. La conclusión a la que llegan es que: • Los participantes que dicen la verdad expresan más pensamientos y sentimientos y hacen más explícita la información de apoyo que los de la condición de falsedad, aunque en porcentajes muy pequeños. • Los participantes sinceros proporcionan más información perceptiva y menos acerca de procesos cognitivos, mientras que en los sujetos mentirosos ocurre al revés. • Los sujetos sinceros proporcionan más detalles que los mentirosos, y éstos informan de más operaciones cognitivas que aquéllos. • Los participantes que mienten se han sentido más tensos y más tristes durante la entrevista que los sinceros.
Aplicaciones
El concepto de Error de Otelo se aplica a diferentes ámbitos. • Organizacional: por ejemplo en el área principalmente de Negociación • Clínico: por ejemplo en el estudio de ánimo y de la emocionalidad, práctica clínica • Policial y Judicial: por ejemplo en la detección de mentira • Académico: por ejemplo en diferentes investigaciones
Referencias
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Otras referencias
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Historia de Otelo
El error de Otelo toma su nombre de la tragedia de Shakespeare del mismo nombre. A continuación se narra un pequeño resumen de la historia desarrollada por el citado autor.
“La historia se desarrolla en Venecia. Uno de los protagonista, Yago está enfadado con "el Moro", es decir, con Otelo, nuestro héroe trágico. Otelo es un general en el ejército de Venecia y acaba de escoger a otro hombre, Cassio, como su teniente. Yago está resentido porque quería esa posición.
Yago y Rodrigo deciden vengarse de Otelo haciendo una visita nocturna a Brabantio, el padre de la novia de Otelo. Rodrigo dice que Brabantio debe cuidar a su hija y estar atento a los que quieren robársela. Brabantio corre a la habitación de su hija y descubre que no está. El piensa que ha salido para hacer el amor con Otelo. Está seguro de que "el Moro" ha "engañado" a su hija.
Unos días después vemos a Otelo, hablando con Yago sobre su novia, Desdemona (la hija de Brabantio). Cree que habrá problemas porque Brabantio es un senador influyente que va a tratar de separarlos pero Otelo no se preocupa, como es legendario en el ejército Veneciano cree que su hoja de servicios lo apoyará.
La conversación es interrumpida por Miguel Cassio que dice que el Duque de Venecia necesita ver a Otelo inmediatamente porque hay una acción miliar en Chipre. Antes de que todos puedan marcharse llega Brabantio con Rodrigo y varios esbirros. Ellos están listos para matar a Otelo o a lo menos mutilarlo por tener la audacia de casarse con Desdemona.
En el palacio del Duque, Otelo se defiende. Dice que Desdemona era un participante igual en el noviazgo y que no hubo ningún engaño. Ya se quieren y están casados. Desdemona llega por fin y confirma estos detalles. El Duque le dice a Brabantio que deje de quejarse y manda a Otelo a Chipre para la batalla. Desdemona dice que lo acompañará.
Yago y Rodrigo tienen una conversación durante la que Rodrigo se queja de estar enamorado de Desdemona y Yago dice que los unirá en cuanto se deshagan de Otelo. Yago miente y dice, que Otelo ha hecho el amor con Emilia, su esposa. Para vengarse de él, se deshará de Cassio y Otelo convenciéndole a Otelo que Cassio hace el amor con su esposa Desdemona.
Mientras hacen la guarda, Yago emborracha a Cassio y arregla una pelea entre él y Rodrigo. Otelo se interpone y despide a Cassio por estar borracho en vez de cumplir su deber. Luego Yago le convence que le pida a Desdemona que le diga a Otelo que le dé su trabajo de nuevo. Una vez solo, Yago conspira sobre cómo va a convencer a Otelo que Desdemona tiene una relación con Cassio.
Yago planta (y fecunda) la semilla de la sospecha. Sugiere que Cassio tiene una relación con Desdemona. Le advierte a Otelo que preste atención a algo sospechoso, por ejemplo si Desdemona habla de Cassio mucho y pide que Otelo le dé su trabajo de nuevo.
Otelo está tan destrozado que se siente enfermo, al volver, Desdemona intenta vendar la cabeza de Otelo con el "pañuelo especial" que le dio una vez como símbolo de su amor eterno y que es una reliquia de la madre muerta de Otelo. Este pañuelo será la causa de muchos problemas, por eso se llama "el pañuelo de la muerte".
Emilia roba el pañuelo para su esposo Yago, y Yago lo pone en la habitación de Cassio. Cuando Otelo se entera del pañuelo, supone que Desdemona lo está engañando y, por lo tanto, ella debe morir. Otelo y Desdemona están discutiendo mientras Emilia los mira. Él quiere saber dónde está el pañuelo y Desdemona, ignorante de la situación verdadera, quiere hablar de Cassio. Aparece Bianca, una prostituta que está enamorada de Cassio. Cassio le da el pañuelo que obtuvo de Yago y le jura que no es un objeto de amor de otra mujer. Más tarde Yago arregla una conversación entre él y Cassio en la que hace que Cassio hable de Bianca provocativamente. Según el plan de Yago, Otelo, quien está escuchando de un lugar escondido, pensará que Cassio está hablando de Desdemona, de modo que Otelo quiera matarlo.
Otelo lleno de rabia grita a su esposa y la insulta lleno de celos e indignación, se resuelve a matarla.
En el otro frente, Rodrigo se está hartando de Yago porque toma su dinero sin entregarle lo prometido (es decir, Desdemona). Yago le dice que tenga paciencia y que mate a Cassio cuando se presente la oportunidad.
Rodrigo intenta apuñalar a Cassio, sin éxito, y en su lugar él es apuñalado, dos caballeros entran corriendo porque han oído los gritos de Cassio. Yago finge que acaba de llegar también, declara que Rodrigo es el agresor y lo apuñala hasta la muerte antes de que pueda decir que no. Bianca entra corriendo, y Yago intenta echarle la culpa.
Entretanto, Otelo mata a Desdemona en el momento cuando Emilia entra. En esta confusión, Emilia le dice (incorrectamente) que Casio mató a Rodrigo. Otelo se enoja que Cassio esté vivo todavía. Esto no era el plan. Por fin, Emilia se da cuenta de que su propio esposo es la causa de la tragedia de todos.
Emilia revela que Yago es el que está engañando a todos, Yago la acuchilla pero ella ya ha dicho todo. Otelo demanda saber por qué Yago ha arruinado su vida entera pero Yago se niega a darle una razón. Los caballeros Venecianos deciden llevar a Otelo a Venecia para ser castigado por matar a su esposa y Cassio hereda la posición de Otelo en Chipre. Otelo, abrumado del dolor decide terminar su vida en vez de vivir sin Desdemona”.