Olvido
Olvido es una acción involuntaria que supone dejar de recordar información. Cabe destacar que, olvidar no es la pérdida de un recuerdo para siempre, sino que éste se traslada a un plano inconsciente, a priori, inaccesible de forma voluntaria.
Aunque a veces se le asocia un componente negativo, en cuanto a una cierta pérdida de capacidad, llegar a recordar todos y cada uno de los sucesos que se viven a lo largo de la existencia, resulta físicamente imposible. Desde un punto de vista puramente físico, se asemeja a la capacidad de memoria de los ordenadores. Sin embargo, desde un punto de vista humano, las personas tienden a seleccionar aquellos temas que en la práctica olvidan, este último se denomina según algunos autores el “olvido selectivo”.
El cerebro clasifica los recuerdos y los prioriza en función de los valores personales, emociones, incluso la propia situación personal en un momento dado. Es importante señalar que también existen unos mecanismos para recordar “no olvidar” otros eventos, así por ejemplo, la repetición de algunas actividades sirve para mantener presentes dichos eventos y, por otro lado, el paso del tiempo sin la reactivación de recuerdos, facilita su olvido.
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Bases neurofisiológicas
Los estudios realizados refuerzan la vinculación entre el olvido y la debilitación de las conexiones neuronales. Especialmente relevantes en este punto, son las teorías de Donald Hebb(1949), quien postuló que el aprendizaje era consecuencia de la activación frecuente de contactos entre las dendritas neuronales. Desde un punto de vista puramente fisiológico, se trata de cambios de potencial eléctrico emitidos a través de los axones neuronales y recibidos por las dendritas de la neurona conectada. Si estas conexiones se van debilitando, tanto en número como en intensidad, el resultado efectivo es una pérdida de la información almacenada, bien en relación a un evento concreto o a una habilidad personal.
Tipos de olvido
Existen varios tipos de olvido en función de las causas que lo originan:
- Olvido traumático: Se produce por golpes en la cabeza o por alteraciones neurológicas.
- Olvido motivado o represión: La persona olvida recuerdos como mecanismo de defensa. Según Sigmund Freud, el yo consciente hace inconsciente aquellos recuerdos dolorosos o desagradables que causan sufrimiento (tensión, angustia, ansiedad…), ya que el inconsciente tiende a recordar aquello que le agrada. Este mecanismo de defensa inconsciente influye en la conducta. Puede que no se recuerde la situación o la persona y aun así, inconscientemente se tiende a huir de ellas. Esta teoría destaca la influencia de la subjetividad de la memoria, ya que más que olvidar, trata de ignorar lo aprendido.
El olvido represivo presenta algunas particularidades:
- Una vez que la persona codifica y almacena la experiencia original, el recuerdo puede surgir de forma espontánea.
- Las experiencias reprimidas conllevan una fuerte carga emocional, es por esto que su recuerdo, genera desequilibrio, angustia profunda y alteraciones en el comportamiento.
- La represión está presente en la persona de manera continuada y activa, lo que supone un gran gasto de energía. La aparición de ese recuerdo reprimido puede hacerse de forma enmascarada o bien en forma de sueño.
- Olvido funcional o fisiológico: se origina por problemas en el desarrollo de ciertas partes del cerebro o del sistema nervioso. El caso más común de este tipo de olvido suele ser el de personas que no tienen recuerdos nítidos de su infancia.
- Olvido psicológico: causado por una alteración del sistema psíquico (enfermedad psicológica, hipnosis…)
- Olvido causado por el uso de psicotrópicos: este tipo de olvido se produce cuando la persona se encuentra bajo los efectos de ciertos fármacos o sustancias que alteran el funcionamiento normal del cerebro.
Teorías del olvido
Ebbinghaus elaboró tres teorías para explicar por qué se produce el olvido:
• Teoría del Decaimiento de la huella: Apunta a que, ante el desuso de determinada información o recuerdos, éstos se van debilitando con el paso del tiempo.
• Teoría de la Interferencia: El olvido se produce cuando una información se solapa con otra ya existente. Se clasifican en dos tipos:
- Interferencia Proactiva: Ocurre cuando una información o recuerdo antiguo es sustituido por uno nuevo. La persona olvida la información antigua pasando a recordar sólo la nueva información.
- Interferencia Retroactiva: Es lo contrario de la proactiva. El aprendizaje anterior es el que interfiere con el posterior. De esta forma, la persona olvida la nueva información, quedándose con el recuerdo antiguo.
• Teoría de la fragmentación: Se olvidan detalles del recuerdo poco a poco, quedando éste cada vez más fragmentado hasta que llega a desaparecer por completo.
Investigación
Fue Hermann Ebbinghaus (1885), filósofo y psicólogo alemán, el primero en estudiar de forma sistemática la pérdida de información en la memoria como efecto del paso del tiempo, definiendo la que se conoce como la Curva del olvido de Ebbinghaus.
Realizó numerosos experimentos, basándose como método para la medición de la memoria, en el aprendizaje de listas de trece sílabas sin sentido y, esto último lo hacía con la finalidad de evitar posibles asociaciones. Dichas listas las repetía hasta no cometer ningún error en dos intentos sucesivos, buscando el mecanismo en el que el cerebro retenía o no las citadas sílabas.
Determinó, que la repetición es un factor fundamental a la hora de favorecer la retentiva. Sus estudios han encontrado gran aplicación en el campo de la educación. De hecho, algunos de sus experimentos se siguen utilizando en la actualidad para medir la inteligencia infantil.
Aplicaciones
H. Ebbinghaus tras sus investigaciones, cuestionó el sistema de educación basado en la memorización de la materia a aprender, y propuso sustituirlo por un aprendizaje denominado significativo, que consistía en que el alumno encontrase un significado a la materia a estudiar en lugar de intentar almacenarlo mediante la memorización mecánica. Contraponía la denominada memoria a largo plazo (MLP) basada en la capacidad de recuperación de la información en base al aprendizaje, en oposición a la memoria a corto plazo(MCP), que sólo tenía efecto por un esfuerzo puntual y muy próximo al día de la evaluación.
Se le considera como un precursor de las actuales técnicas de estudio, puesto que ya identificó que la memoria sólo retiene aquello que de alguna forma le interesa, mientras que el resto lo elimina con relativa facilidad. Otro punto de aplicación, fue el de repartir en sesiones de estudio el tema a conocer. Sus experimentos concluían que era más rentable, en cuestión de tiempo, dividir en varias sesiones un tema que concentrar todo el estudio en un único evento.
Ebbinghaus profundizó en el empleo de normas mnemotécnicas para favorecer la memorización de los temas.
Referencias
- Manzanero, A.L. (2008): El olvido. En A.L. Manzanero, Psicología del Testimonio,83-90. Madrid: Pirámide. Obtenido de http://psicologiadelamemoria.blogspot.com.es/p/el-olvido.html el 19 de julio de 2014.