Psicología del testimonio
Contenido |
Concepto
"Un testimonio es un relato de memoria que un testigo realiza sobre unos hechos previamente presenciados, por esta razón a la psicología del testimonio también se la conoce como Memoria de los Testigos", según Antonio Manzanero (2010). Así pues, la psicología del testimonio trata del análisis de los distintos fenómenos relacionados con el testimonio de una persona, siendo de especial importancia los procesos psicológicos básicos (atención, percepción, memoria, emoción, inteligencia, sensación, pensamiento)influyentes en un testimonio para poder obtener una prueba testifical lo más valida posible.
A pesar de que ya desde antiguo se conoce algún referente a la importancia de los testimonios, el verdadero inicio de la psicología del testimonio en Europa se conoce con el libro escrito por H.Gross (1897) llamado Kryminalpsychologie, de modo que el final del siglo XIX y el principio del sigo XX fue la época en la que la psicología del testimonio, cogida de la mano de la psicología experimental (por su necesidad de tratar con los procesos psicológicos básicos), vio su nacimiento con un fuerte comienzo. Más tarde entre los años cuarenta y finales de los sesenta, con motivo de la Segunda Guerra Mundial y de la aparición del conductismo (muchos estudios se centraron en el aprendizaje), la psicología del testimonio quedó olvidada, llegando casi a desaparecer. Finalmente, en los últimos años de los sesenta nació la psicología cognitiva, la cual trajo consigo de nuevo el interés por los procesos mentales y de este modo reapareció el estudio de la psicología del testimonio, siendo la principal impulsora Loftus.
Investigación
La psicología del testimonio se relaciona estrechamente con la psicología experimental por la importancia del estudio de procesos básicos como la memoria, atención y percepción en ambos tipos, siendo fundamental en la psicología del testimonio para llegar a determinar la credibilidad de un testimonio. En un principio se buscaba estudiar al testigo honesto, siendo ésta la persona que ha visto un suceso y pretende contarlo tal cual lo recuerda de su memoria, sin intención de engaño, pero mas tarde el estudio se ha centrado en el testigo deshonesto, siendo aquí fundamental la mentira.
Estudios recientes han mostrado que diversos factores pueden afectar en la coherencia de un testimonio afectando a la cantidad y exactitud de información que se recuerda. Un ejemplo, según Loftus Greene y Doyle citados por Raskin (1994), es que se deben tener en cuenta factores del suceso tales como las condiciones de iluminación que hay en el momento en el que ocurre el hecho.
Otra investigación muestra que según la violencia del suceso se tiene un mejor o peor recuerdo. En concreto, Loftus y Burns (1982) pusieron a un grupo de gente un video donde veían una escena violenta de un disparo, y a otro grupo un video igual que el anterior pero sin la escena violenta. En este caso encontraron que las personas que vieron la escena violenta retuvieron detalles peor que aquellas personas que vieron la escena no violenta, explicándolo con la focalización del arma, esto es, que cuando se presencia una escena violenta en un crimen, se maximiza la atención y focalización en características especiales como un arma, reduciendo así la atención en otros detalles.
Otros factores estudiados y a destacar serian: la duración del suceso, el tipo de hecho, el estrés y miedo, el estrés crónico, las expectativas, la edad y el género.
Por lo tanto, el recuerdo de una persona puede variar en función a todos los factores anteriores, y su testimonio dependerá de estos, de la motivación que sienta la persona por mentir motivación y mentira y de su personalidad. Por este motivo, es fundamental en la psicología del testimonio el papel del entrevistador, puesto que ha de conocer bien las pautas necesarias de una entrevista, siendo la más recomendada la Entrevista Cognitiva (EC) para tratar de ayudar a la persona en sus procesos de recuperación de información de manera que sean lo más exactos posibles, y ser capaces de detectar tanto Indicadores verbales de la mentira como Indicadores no verbales de la mentira.
Aplicaciones
La principal aplicación de la psicología del testimonio tiene lugar en ámbitos policiales y judiciales y es por esto que cada vez se están formando más policías, abogados y magistrados en este ámbito. Cada vez son mayores las actuaciones periciales en los juzgados relacionadas con factores de influencia en la exactitud de las declaraciones e indicaciones, como muestra Antonio Manzanero en su pagina web y es por esto que su investigación está adquiriendo en los últimos años mayor envergadura.
Detección de la mentira
Es fundamental la relación entre la psicología del testimonio y el ámbito de la mentira puesto que resulta imprescindible no cometer errores a fin de evitar en la medida de lo posible los falsos positivos, siendo esto personas condenadas a la cárcel por un delito que realmente no han cometido o por el contrario los falsos negativos, personas que han cometido un delito pero por su capacidad de engaño, se libran de la cárcel. Resulta muy difícil detectar cuándo una persona está mintiendo, tanto que en estudios como el de De Paulo y Pfeifer (1986) se encontró que la precisión era en torno a un 52%, lo que significa que es casi igual que el azar. Para intentar subir este porcentaje de detección, se siguen estudiando distintos métodos y teorías, algunos de ellos adquiriendo cada vez una mayor importancia como las microexpresiones con el EMFACS o la teoría de la carga cognitiva. Además, en ocasiones también se recurre a recursos conocidos como el Polígrafo o técnicas que están pisando fuerte cómo la Técnica de huella dactilar cerebral, Prueba de la P300 o el Seguimiento del movimiento y reacciones de los ojos (teconología eye-tracking). De cualquier modo, lo que está claro es que hoy por hoy no existe un método ni una prueba que identifique con total fiabilidad a aquella persona que está presentando un falso testimonio, ya sea consciente o inconscientemente, pero el interés existente por identificar a una persona que miente con el fin de evitar posibles daños irreparables ha puesto en marcha un amplio campo de estudio que poco a poco va encontrando nuevas herramientas.
Bibliografía
- DePaulo, B. & Pfeifer, R.L. (1986). On the job experience and skill at detecting deception. Journal of Applied Social Psychology, 16, 249-267.
- Kebell, M.R. & Wagstaff, G. (1999). Face value? Evaluating the accuracy of eyewitness information. Police Research Paper 102. London: Home Office.
- Loftus, E.F. & Burns, T.E. (1982). Mental shock can produce retrograde amnesia. Memory and Cognition, 10, 318-323.
- Manzanero, A.L. (2010). Memoria de testigos: Obtención y valoración de la prueba testifical. Madrid: Piramide.
- Raskin, C.D. (1994). Métodos psicológicos en la investigación y pruebas criminales. Bilbao, España: Desclee de Brower.